Ácido cresílico: aplicaciones, características y manejo

En el ámbito comercial, el ácido cresílico no es un químico muy conocido. Sin embargo, en diversos giros industriales, representa una materia prima sumamente utilizada. Esto se debe a los usos y aplicaciones que ofrece, principalmente para la fabricación de diversos productos. No obstante, esta sustancia debe manejarse con los debidos cuidados para evitar daños a la salud humana y el medio ambiente.

A lo largo de este artículo, te contaremos un poco más a detalle sobre el ácido cresílico, sus características y cómo se le puede sacar provecho de manera responsable.

¿Qué es el ácido cresílico?

Es una sustancia química conformada por la mezcla de fenoles, xilenos e isómeros orto, meta y para cresoles, obtenidos de la hulla. La hulla, a su vez, es un tipo de carbón mineral negro en forma de roca sedimentaria orgánica; que contiene entre un 45 y 85 por ciento de carbono. Los cresoles, por su parte, son un grupo de compuestos químicos manufacturados, aunque también se les puede hallar en el medio ambiente de manera natural.

Ejemplo de esto último es que, además de la hulla, también están presentes en varios alimentos, así como en el humo de madera y humo de tabaco. Algunos organismos de la tierra y el agua pueden generar cresoles al degradar materia orgánica en el medio ambiente.

Nombres:

• Ácido 2-hidroximetilfenol
• Hidroxitolueno
• Hidroximetilbenceno
• Metilfenol-tricresol
• Tricresol
• Meta-Para-Cresol
• Cresol
• Ácidos de alquitrán

El ácido cresílico pertenece a la familia de los fenoles. Su fórmula química es C₇H₈O, y posee una masa molecular de 108.14 g/mol.

Características y propiedades del ácido cresílico

La principal característica del ácido cresílico es su presentación líquida y una tonalidad que puede ir de lo incoloro al rojo amarillento o el ámbar. Dependiendo del grado en que se haya expuesto al aire, se puede tornar más oscuro. Se trata de un líquido higroscópico con un olor característico a medicina y un sabor fuerte.

El ácido cresílico es soluble en otras sustancias como alcohol, benceno, éter, glicerol, éter de petróleo, aceites vegetales, glicol y soluciones de hidróxidos básicos. Además, tiene la capacidad de reaccionar con oxidantes fuertes.

Dentro de cuerpos de agua, el ácido cresílico puede biodegradarse debido a la acción de los microorganismos y, en menor medida, por los efectos de la luz solar; bajo estas circunstancias, su promedio de vida puede extenderse entre varios días y unas cuantas semanas. En el suelo, su movilidad aumenta y su biodegradación se acelera. Al calentarse, puede generar vapores tóxicos e irritantes.

Usos y aplicaciones del ácido cresílico

Para un buen aprovechamiento del ácido cresílico, es importante conocer los usos y aplicaciones ideales para esta sustancia. Comúnmente, se le utiliza como un componente para la elaboración de compuestos de desengrase. En el ramo textil es comúnmente usado como desengrasante en formulaciones para lavado textil.

Otra aplicación notable que tiene es como fumígeno en reveladores fotográficos y explosivos. De igual manera, se le utiliza para la fabricación de resinas sintéticas, fosfato tricresyl, salicilaldehídos, cumaria y herbicidas.

En el campo de la farmacéutica, el ácido cresílico se emplea como excipiente. Los excipientes son sustancias con un valor terapéutico escaso o nulo, pero que son indispensables para los procesos de manufactura, composición y almacenamiento de preparaciones farmacéuticas o formulaciones de dosis de medicamentos. También resulta sumamente útil como conservante farmacéutico.

En el ramo veterinario, este químico funciona como antiséptico, desinfectante y parasiticida.

Gracias a sus propiedades, también tiene utilidad para disolver productos químicos como desodorantes y desinfectantes, así como para la fabricación de plaguicidas. De igual manera, sirve como materia prima en la elaboración de antioxidantes, solventes, agentes colorantes, agentes de dilución, agentes de suspensión, agentes emulsionantes, bases oleosas, aromatizantes para vehículos.

Se usa como agente espumante en el proceso de flotación de metales polimetálicos (Cu-Pb-Zn) en minería. También se usa como agente conservador de madera, como principal materia prima de la creolina entre otros usos y aplicaciones.

Consideraciones al manejar ácido cresílico

Como cualquier otra sustancia química, el ácido cresílico también requiere consideraciones y cuidados particulares durante su manejo debido a su naturaleza. Se trata de un material sumamente tóxico y corrosivo. Por ello, cuando se trabaja con esta sustancia, es muy recomendable utilizar un equipo de protección adecuado.

Al entrar en contacto con la piel, esta puede absorber el ácido cresílico, lo cual da lugar a quemaduras severas, por lo que es indispensable usar uniforme de seguridad y guantes. Asimismo, se debe evitar el contacto de esta sustancia con los ojos y usar lentes o gogles de seguridad. Si se inhala o ingiere, puede causar quemaduras internas y daños graves en órganos como el hígado, los pulmones y los riñones por lo que se debe usar careta o máscara facial. En casos extremos, puede ocasionar la muerte.

Ácido cresílico como componente de la creolina

Al conjuntarse con el ácido fénico o fenol, el ácido cresílico se convierte en el componente de una sustancia conocida como creolina. Se trata de un desinfectante muy potente y de origen natural. Suele extraerse de la destilación seca de la madera. Tiene su principal aplicación en la elaboración de diversos compuestos destinados a la limpieza y desinfección del hogar. La creolina sirve para matar y eliminar microorganismos como bacterias, hongos y mohos presentes en la mayoría de superficies como baños, cañerías, tuberías.

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