Características del sulfato de amonio como fertilizante

Los fertilizantes son indispensables para el sano crecimiento de las plantas. Los más comunes contiene nitrógeno y fósforo, que mediante procesos industriales se convierten en formas biodisponibles para la vida, sin embargo su obtención es cada vez más costosa y dañina para el medio ambiente debido a los procesos de fabricación. Por ello, el sulfato de amonio como fertilizante es una alternativa cada vez más utilizada.

Los altos precios y la limitada disponibilidad del fósforo en el planeta han vuelto poco accesibles a los fertilizantes para la industria agrícola, base de la economía mexicana. Sin embargo, en la búsqueda por soluciones rentables y efectivas, se ha investigado al agua residual como fuente de amoniaco, fosfatos, nitrógeno y fósforo biodisponible, que se pueden recuperar mediante procesos amigables para el medio ambiente.

Los cristales de sulfato de amonio pueden aplicarse directamente sobre los cultivos como fertilizante inorgánico. Contiene el 21% de nitrógeno en forma amoniacal, que interviene en el proceso de síntesis de la clorofila, la cual, además de dar el color verde oscuro a las hojas, es clave en el proceso de conversión del carbono, hidrógeno y oxígeno en azúcares simples, que intervienen en el crecimiento y desarrollo de las plantas.

También contiene un 24% de azufre, que es indispensable en la formación de aminoácidos para la producción de proteínas; es un nutriente muy importante en los fertilizantes, que contribuyen en la calidad y rendimiento del producto.

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Consideraciones a tomar antes de emplear Sulfato de amonio como fertilizante

El sulfato de amonio es soluble en agua, por lo que su manejo es muy fácil aun en estado sólido ya que cuenta con baja higroscopicidad y tiene un amplio rango de compatibilidad con otros fertilizantes.

Para determinar la dosificación correcta y la periodicidad de la aplicación de sulfato de amonio, es necesario tomar en cuenta las características del cultivo, la disponibilidad de nutrientes del suelo, temperatura y humedad del suelo, condiciones de clima de la zona, entre otros. El producto se puede aplicar de forma directa en los cultivos, ya sea de forma manual o mecánica.

Frecuentemente se usa el sulfato de amonio en suelos alcalinos, donde forma una pequeña cantidad de ácido para disminuir el pH del suelo y brindar el nitrógeno que las plantas necesitan.

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